102. Diles que les amo pero quiero que Me hablen
Martes, 31 de mayo del 2011, a las 10:00 hrs. Mensaje 102 del Libro de la Verdad. Jesús a Maria de la Divina Misericordia:
Mi muy querida y amada hija, este ha sido un todo un extraordinario viaje para ti en tan poco tiempo. Me doy cuenta de que estás cansada ahora. La velocidad en que han sido recibido estos mensajes por ti y publicados en tantos idiomas tan rápido, te muestran la urgencia que representan, también te muestran la guía Divina trabajando en su formato más perfecto.
Estos mensajes aunque llenos de Mis enseñanzas, están realmente siendo dados, para explicar la importancia de sus almas en esta vida, mientras puedan. Mucha gente, cuando lea estos mensajes, especialmente aquellos con poca fe en Dios, el Padre Eterno, serán perturbados por ellos, muchos mientras, se convertirán. Algunos estarán temerosos de su futuro en esta tierra y el de sus familias y amigos.
Por favor, diles que les amo. Si abren sus mentes al hecho de que Dios realmente sí existe, estarán listos para el nivel dos. Esto es cuando se empezarán a preguntar, por qué tales comunicaciones se están dando. Por qué Jesucristo, el único Hijo de Dios, el Padre Eterno tomaría tan extraordinarios pasos, entonces ellos llegarían la conclusión obvia. Es porque amo a todos y cada uno de ustedes que les quiero salvar. Quiero acariciarles e iré a distancias extraordinarias para traerles cerca de Mi corazón.
Quiero tocarles sus corazones para que así una Luz brille en sus almas. No hay nada que temer en este mundo si confiaran en Mí completamente. Tengo maravillosos planes para todos aquellos que vendrán cerca de Mi Sagrado Corazón. Los dones más extraordinarios les esperan. No tengan miedo del disturbio mundial, porque Yo protegeré a todos aquellos que creen en Mí y les proveeré para las necesidades de la carne. Confíen en Mí el Señor de la Humanidad enviado, no obstante otra vez, a salvarles de las eternas tinieblas.
Vuelvan a Mí como niños inocentes. No necesitan aprender oraciones si son ignorantes. Sí, son de mucha ayuda, pero lo que necesito es solo que hablen conmigo, en la forma en normalmente conversarían con un amigo. Relájense, confíen en Mí, pídanme ayuda. Mi misericordia está llena y desbordante, solo esperando derramarse sobre ustedes. Si solo conocieran la compasión que tengo por cada uno sobre la Tierra, incluso por los pecadores. Mis hijos, son Mis hijos incluso si el pecado mancha sus almas. Detesto el pecado, pero amo a los pecadores.
Muchísimos de ustedes están temerosos de pedir, regularmente, perdón. Nunca se deben preocupar. Jamás. Si están realmente arrepentidos, serán perdonados.
El pecado, hijos Míos, será un problema constante, incluso Mis más devotos seguidores, pecan y pecan, una y otra vez. Esto es un hecho. Una vez Satán fue desatado, el pecado se extendió. Muchos están muy avergonzados de volverse a Mí. Bajan la cabeza y cierran los ojos, cuando se han comportado mal. Muy orgullosos y desconcertados, continúan como si fueran a ser olvidados. Lo que no saben es que la oscuridad ataca a la oscuridad.
Entonces, cuando pecas una vez, es más fácil pecar otra vez. Al bloquear su conciencia, el ciclo rota vuelta y vuelta. Entonces, el pecador dará cualquier escusa, para ignorar lo mal hecho. Se mantendrán, cayendo hacia abajo, en una espiral. Esto es porque ellos no saben cómo pedir perdón, porque no han entendido la importancia de la humildad, ellos encuentran imposible volverse a Mí.
No es complicado, saben, pedirme perdón. Nunca estén temerosos de Mí. Yo les espero a cada uno de ustedes que tienen la valentía de condenar sus propios pecados. Cuando ustedes entran en este hábito, les serán dados algunos dones extraordinarios. Después de confesar sus pecados, estarán en estado de gracia. Entonces, cuando reciben el Sacramento de la Eucaristía, sentirán una energía creciente, la cual les sorprenderá. Entonces y solo entonces encontrarán la verdadera paz.
Nada les perturbará. Serán fuertes no solo en su alma, su mente estará más calmada y más controlada. Enfrentarán la vida, con una diferente y más positiva perspectiva. ¿Quién no querría tal vida?
Regresen, hijos, a Mí, en estos tiempos de dolor en el mundo. Déjenme enseñarles el gozo que es suyo, cuando se vuelven a Mí.
Recuerden que di Mi vida por ustedes una vez. Mi amor no conoce límites. Contestaré su llamada, todo lo que tienen que hacer es preguntar.
Su Precioso Amante Salvador, Jesucristo
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